La serenidad interior se expresa hacia afuera como niveles de apacibilidad, tranquilidad y puede dar mucha seguridad a otros cuando es auténtica. La serenidad parece estar relacionada con un cierto desapego por los resultados y una importante confianza en sí mismo.
Aunque es un aspecto a trabajar, ya que ni siquiera en la adultez es tan estable, es posible de ser lograda en muchas áreas, según la madurez alcanzada. La distorsión viene dada cuando la serenidad es confundida con el «pasotismo», la insensibilidad ante ciertas circunstancias o la dificultad de expresar algunas emociones. En este sentido hay que estar atentos a las verdaderas motivaciones.
