Distorsiones de la Asertividad

Un exceso de asertividad se convierte en individualismo. A veces, las ideas de “tengo derechos”, “me valoro a mí mismo”, “me cuido”, “es mí tiempo y lo valoro” y otras semejantes puede llevarnos a exagerar mucho nuestra “autoestima” hasta llegar a perder sensibilidad ante las necesidades del otro.

Protegernos y valorarnos es sumamente importante, pero tampoco significa que todo aquel que busca nuestra ayuda nos hará perder “nuestro valioso tiempo” o traerá problemas a “nuestra maravillosa personalidad”. Hay personas “tan asertivas” que hasta nos exigirían un contrato de confianza antes de hacernos un favor.

En la sociedad  donde prima el individualismo y la fragilidad de los compromisos, es importante remarcar esta cuestión, si no, el cuidado de sí mismo y la asertividad se pueden convertir en una escusa perfecta para discriminar, faltar el respeto, ignorar al otro, encubrir miedos y justificar la intolerancia.

Leonardo Golia Vincent

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *